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Wednesday, November 22, 2006

Death of another CD salesman 

Fui a la calle Newbury hoy en Boston con intenciones de asomarme en Newbury Comics y el Virgin Megastore y resulta que el Megastore ya no existe... cerró hace un par de semanas. Es un poco triste, especialmente dado que yo trabajaba enfrente y disfrutaba yendo los martes a ver qué había de nuevo y para leer revistas británicas que no se encontraban en ningún otro lado en Boston. En verdad espero que a Newbury Comics le vaya mejor.
 
  I went over to Newbury Street in Boston today with intentions of peeking into Newbury Comics and the Virgin Megastore and it turns out the Megastore is no more... it closed down a couple of weeks ago. It was kinda sad, specially given that I used to work right across the street from it and enjoyed going over on Tuesdays to check out what was new and to read British magazines that were hard to find anywhere else in Boston. I really hope Newbury Comics has a better fate.
 

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Wednesday, July 27, 2005

¡Avistamiento de Zedillo en Boston! 

A Zedillo ni sus hijos lo pelan...El domingo 24 de julio de 2005 hacía un día excepcional en Boston, un día de verano perfecto, el cielo azul, azul, estirado sobre la ciudad sin rastros de vapor, y con un viento fresco que no permitía que la temperatura excediera 25°C. Un día perfecto para salir a tomar fotos, pensé, y al parecer lo pensaron muchas personas más.

Salí con la cámara a caminar por el Charles a ver qué fotografiaba, y terminé en el Public Garden, un parque al lado del Boston Common ("el primer parque de los EEUU"). En el jardín público hay un puente colgante bajo el cual se puede pasar andando (o, si se prefiere, en unas balsas adornadas como cisnes.) Caminé bajo el puente y justo al pasarlo escuché a una pareja hablando en un español claramente mexicano, y sin dejar de caminar, casi por mero reflejo, voltée a verlos de reojo... Volví mi mirada al frente y un paso o dos después me di cuenta de que uno de ellos era ni más ni menos que Ernesto Zedillo. Me detuve, me di la vuelta, y vi que le estaba dando instrucciones a sus hijos, que estaban encima del puente y dándole la espalda, para que voltearan y sonrieran, cosa que no hacían de manera muy entusiasta. Caminé en sentido contrario, como para pasar bajo el puente de nuevo, pero en realidad era para verlo de cerca, confirmar que era él... Ya al otro lado del puente quedé convencido que en efecto era él. Lo observé un minuto o dos mientras seguía dando instrucciones a sus hijos, ahora acompañados de su madre encima del puente, a quienes fotografiaba una y otra vez, mas no sé si era por excesivo entusiasmo, porque no sabía cómo usar la enorme cámara que traía o porque no le estaban haciendo caso. ¿Puede ser realmente él, vestido de manera tan casual, sin ningún guardaespaldas a la vista? Es un ex-presidente de México, joder; ¡el que estaba justo antes del que está ahora! Al escucharlo hablar no me quedaba ninguna duda, era él. ¿Qué se hace cuando se encuentra uno con alguien así en la calle, y de manera tan accesible, además? Sentía que tenía que hacer algo, "aprovechar la ocasión", pero no se me ocurría nada. En eso un tipo se le acercó, le preguntó si se podía tomar una foto con él, sacó su celular con cámara, lo abrazó, se auto-tomó su foto, le dio las gracias muy sonriente, y se fue. ¿Le pido que se tome una foto conmigo? No, qué naco. ¡Pero no me puedo ir sin foto...! Y entonces, cual vil paparazzi, le tomé una foto un poco a escondidas, procurando que no se diera cuenta. Decidí que no le pediría que se tomara una foto conmigo, pero al menos lo saludaría. Volví a pasar bajo el puente por tercera vez, y al llegar a donde estaba, él seguía con la cámara en la mano, dando instrucciones su familia encima del puente, y le dije, "Disculpe, sí es usted el doctor Zedillo, ¿no?" Casi sin voltear me contestó, "¿Qué tal? ¿Cómo estás?" Le dije, "No le quiero quitar mucho tiempo, sólo quiero felicitarlo por un trabajo bien hecho en condiciones muy difíciles." Entonces sí, bajó la cámara, me volteó a ver, me dio una palmada en el hombro, sonrió, y me dijo, "Muchas gracias." "De nada, que esté bien," le dije y me fui.

Una cuadra afuera del parque me acordé que de niño conocí y me tomé una foto con Miguel de la Madrid... ¡joder, acababa de perder mi oportunidad de tomarme una foto con otro (ex-)presidente mexicano! ¡Ahora tenía la excusa perfecta! No importándome la doble-nacada de volver a acercármele y pedirle una foto, fui a ver si los encontraba, pero ya no estaban ahí. También me comencé a acordar de todas las preguntas que le podría haber hecho... ¿Quién mató realmente a Colosio? ¿Cuál fue el verdadero "error de diciembre"? ¿Qué le dijo Bono la primera vez que se vieron en persona?

Lo más interesante fue que, a pesar de haber sido un encuentro muy superficial y breve, me encontraba concluyendo un montón de cosas acerca de su persona. Pero sobre todo me daba mucho gusto ver que pudiera andar por ahí con su familia, como cualquier persona, tomado fotos a sus hijos, de manera tan insistente que hasta me inspiró algo de ternura. No sé por qué, pero no me imagino a Salinas de Gortari haciendo lo mismo (o pudiendo hacer lo mismo, si lo quisiera.)

ara ver la foto completa, haz click aquí.Para ver una foto del puente (como referencia), haz click aquí. (Desde esta perspectiva, él estaba al otro lado del puente, girando el punto de vista hacia la derecha.)

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Saturday, June 18, 2005

Gael, hazte a un la'o, que ahí te voy... 

El edificio en el que vivo tiene cinco unidades habitacionales por piso; el pasillo central de cada piso tiene dos puertas, frente a frente, en el extremo que da a la calle, y tres puertas al final, también dos frente a frente, y una entre ellas, de frente al pasillo. Yo vivo en el #4, que es justo la de enmedio. Las puertas de de mis dos vecinos están literalmente al lado de la mía. Joe vive en el #5, saliendo a mi derecha. Cuando se mudó ahí estaba trabajando tiempo completo en la campaña de John Kerry. Cuando se quedó sin trabajo, nuestro rentero--un personaje digno de un libro entero--le ofreció trabajo como administrador del edificio. Joe es un tipo agradable, sonriente, acomedido y tranquilo. Me di cuenta de la extensión de su paciencia un día que su ex-mujer le estuvo gritando una ristra de obscenidades e insultos desde el pasillo afuera de mi puerta en presencia de su hijo de 3 ó 4 años, y él le respondía todo el rato de manera calmada y sensata.

En el #3, saliendo a mi izquierda, hay dos chavos. John es un milusos que ahora mismo trabaja en el área de seguridad cibernética de un banco (¡yo tendría cuidado con él ahí!) pero mañana podrá estar trabajando en un taller mecánico. Tiene un rack de computadoras en su recámara donde tiene montado un negocio de voz-sobre-IP y usa para vender minutos de teléfono a los estudiantes de las universidades aledañas. Creo que sus precios son bastante económicos, porque no puede asegurar que el servicio estará disponible 24 horas al día, 7 días a la semana. También está yendo a clases para certificarse como desarrollador en herramientas de Macromedia. Además de todo esto, una de cada tres veces que me lo topo está acompañado de chicas guapas, lo cual podría explicar por qué siempre está sonriente y de buen humor.

John vive con Matt. Matt estudia en la "film school" de Emerson, una reconocida escuela de comunicaciones en Boston. En un intercambio breve que tuve con él hace tiempo, me dijo que le gustaría ser un director de cine exitoso, pero por la manera en que lo dijo, me sonó más a que aspiraba a ser como Ron Howard o Roland Emmerich que a Jean-Pierre Jeunet o Terry Gilliam. Hace dos o tres semanas llegaba yo a casa una noche y la puerta del #3 estaba abierta, algo no inusual. En un sofá que da a la puerta estaban sentandos Matt y un amigo, visiblemente "relajados" (el olor a cannabis quemada llegaba hasta la puerta del edificio.) Matt me llama y me dice, "Jesse, quería pedirte si me podías ayudar con un corto que estoy filmando, sólo sería un rato." "Supongo que sí", le contesto, "¿Cómo puedo ayudarte?" "Actuando, sería un papel pequeño", me responde. Abro los ojos un poco para expresar mi sorpresa. Le digo que no tengo ninguna experiencia actuando, y me dice que no me preocupe, que será sencillo. El amigo que está sentado junto a él voltea con un asomo de indignación y le pregunta, "Por qué no me pediste a mí que lo hiciera?" "Porque no eres el tipo adecuado para el papel", le responde. Bueno, pienso yo...

Ayer al estar entrando a mi piso sale Matt del suyo y me pregunta si recuerdo que me había pedido que participara en el corto que dirigirá. Le digo que sí y me dice que será el domingo por la tarde/noche, a eso de las 8 pm, alrededor de un par de horas, y que el rodaje será en la calle, a un par de cuadras de donde vivimos. Le digo que está bien, y aprovecho para preguntarle qué es exactamente lo que voy a tener que hacer. Él comienza a explicarme: "Bueno, tú irás caminando por la acera..." y yo comienzo a pensar, "Bueno, eso debo poder hacerlo bien...", pero de imediato me asaltan los recuerdos de mi papá critcándome porque, según él, yo caminaba con la punta de los pies apuntando hacia afuera... "y entonces alguien va a llegar por atrás, te van a dar un golpe en la cabeza, vas a caer al suelo, y te van a apuñalar varias veces en el abdomen. El asaltante entonces huirá, y alguien más llegará corriendo, se acerca a tí, y tu logras decir 'My Rose' justo antes de morir. La persona que llega toma una foto que tienes en la mano y se va. Eso es todo." Me quedo callado unos segundos. "¿Me muero...? Jo, no es que tenga un problema con que mi personaje muera, pero... ¿no te parece un poco dramático para alguien que nunca ha hecho antes...? Digo, ¡*se muera ante la cámara*!" Me dice que no me preocupe, que no será difícil. Me pregunta si quiero copias del guión, de la parte que me involucra... pues sí, supongo que sí, le respondo, imaginándome que estaré deteniendo el rodaje durante horas por no saber morir correctamente, preguntándome si no será mejor declinar la invitación. Vuelve con un par de fotocopias y apunta al párrafo donde aparece mi personaje por primera vez: "NEVILLE MONROE, the victim, is in his mid-thirties and handsome..." Jo, nutrir la vanidad sí que puede resolver algunas situaciones rápidamente...

Bueno, si Matt no se vuelve un director exitoso, ojalá termine al menos con una agencia de casting. ;^)

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